“Judas and The Black Messiah” es una película tan roja y socialista, tan binaria y propagandística, que parece un panfleto de La Villa del Cine.
La película costó 26 millones de dólares, pero pretende ser una crítica furibunda al capitalismo.
Sus creadores pertenecen a una élite liberal, su director estudió en la selecta Vassar College de Nueva York .
Ellos no aguantarían un día viviendo en el desastre comunista de Maduro. La doble moral del marxismo cultural. O lo que llaman la contracultura como negocio.
Lo mejor es su retrato de la traición, que pesa sobre el inconsciente del filme, al tratarse de un contenido hecho por dobles espías del castrismo, que un día se disfrazan de Panteras Negras, y al siguiente asisten a una velada chic en el marco de la temporada de premios.
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Lo peor resulta en su falta de matices para vendernos una idea que ha causado miseria y depauperación en países como Venezuela.
A Daniel Kalluya lo nominarán seguro por su papel de Fred Hampton. Lo dicho: el Óscar está en campaña por Bernie Sanders y los flancos más radicales del partido demócrata.
La meca quiere hacer la revolución con sus estrellas. Pero es toda una impostura.
Deja vú.
Por Sergio Monsalve, Director Editorial de Globomiami.