Bolivia proyecta una expansión del 4,8 % en su Producto Interno Bruto (PIB) para 2021, según informó el Ministerio de Economía, que confía en que no será un año catastrófico, sino con posibilidades de retomar el crecimiento.
“El Presupuesto General del Estado (PGE) 2021 proyecta una tasa de crecimiento del PIB de 4,8%, impulsado por la inversión pública, las medidas económicas orientadas a dinamizar el mercado interno y la inversión privada”, señaló la institución en un comunicado enviado a la AFP.
El ministerio agregó también que sus cifras están un poco por debajo de las proyecciones de organismos internacionales, como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), que estima el crecimiento de Bolivia para 2021 en 5,2 %, o el Fondo Monetario Internacional (FMI), que lo tasa en un 5,6 %.
“Por el momento no debemos pensar que el próximo año sea catastrófico, es un año esperanzador, porque hay muchas posibilidades de volver a crecer y rearmar la economía”, afirmó el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, citado en el comunicado.
Para 2020, el gobierno estima una contracción del PIB del 8,4 %, un déficit de las finanzas públicas del 12,3 % del PIB y una inflación del 1,1 %.
La administración del economista de izquierda Luis Arce señaló que la pandemia golpeó a la actividad nacional, a lo que se sumaron -según la administración- un cúmulo de errores del ejecutivo de la derechista Jeanine Áñez, que gobernó de forma interina hasta la asunción de Arce en noviembre.
Las estimaciones oficiales figuran en el PGE aprobado el martes en el Congreso bicameral, controlado por el gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS).
El Presupuesto General perfila una inversión pública por 4.011 millones de dólares que se destinarán a infraestructuras como transportes, comunicaciones y recursos hídricos; así como a sectores productivos como energía, agropecuaria, minería, industria, hidrocarburos o turismo.
Bolivia, a su vez, mantiene también su posición de gestionar ante la comunidad internacional y organismos de crédito medidas para aliviar el pago de la deuda externa.
En este sentido, el gobierno ha propuesto una suspensión, condonación o reestructuración en los pagos.
Fuente: AFP