El FMI anunció que prevé enviar una nueva misión a Argentina a mediados de noviembre para “iniciar discusiones sobre un nuevo programa de ayuda” para tratar de sacar al país de su profunda crisis económica y social.
Argentina enfrenta “desafíos excepcionalmente difíciles sin soluciones fáciles”, advirtió el organismo en un comunicado tras una visita realizada al país sudamericano entre el 6 y el 11 de octubre para discutir los retos del país en medio de la pandemia del coronavirus.
“El equipo planea regresar a Buenos Aires a mediados de noviembre para iniciar discusiones sobre un nuevo programa respaldado por el FMI”, indicó.
Argentina, tercera economía de América Latina después de Brasil y México, debe acordar un nuevo programa crediticio con el FMI para reemplazar el convenio firmado en 2018 por 57 000 millones de dólares, del cual ya se desembolsaron 44 000 millones.
Al inicio de la misión la semana pasada, la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, dijo que el organismo no llegaba a Argentina con la idea de ajustar más el gasto, sino de “ser parte de una solución duradera”.
El FMI “no tiene intención de presionar a Argentina en este momento”, declaró Georgieva a CNN. “Hemos tenido muy claro en esta crisis que es importante brindar apoyo a las empresas y, lo que es más importante, a los trabajadores”.
El lunes, Julie Kozack, subdirectora del Departamento de las Américas del FMI, y Luis Cubeddu, jefe de la Misión para Argentina, informaron de “reuniones productivas” con el gobierno de Alberto Fernández, así como con legisladores, miembros del sector privado y sindicatos.
“Compartimos el compromiso de las autoridades con políticas que aseguren una consolidación fiscal favorable al crecimiento y al mismo tiempo protejan a los más vulnerables, permitan una reducción gradual de la inflación e impulsen la creación de empleo, la inversión y las exportaciones”, dijeron Kozack y Cubeddu.
Sin soluciones fáciles
El FMI reconoció la delicada situación que atraviesa Argentina.
Con una inflación de más 40 % anual y en recesión desde 2018, Argentina ha visto dispararse también los índices de pobreza (40,9 %) y de desempleo (13,1 %) en medio de la pandemia del covid-19. Y según las proyecciones del FMI, su PIB se contraerá un 9,9 % en 2020.
“Argentina enfrenta dificultades económicas y sociales complejas, en el contexto de una crisis de salud sin precedentes. La profunda recesión ha provocado un aumento de los ya elevados niveles de pobreza y desempleo, cuyos efectos se ven agravados por importantes presiones en el mercado cambiario”, dijeron.
“Estos son desafíos excepcionalmente difíciles sin soluciones fáciles”, apuntaron Kozack y Cubeddu.
“Un conjunto comprensivo de políticas podría respaldar el restablecimiento de la confianza, pero deberá ser apropiadamente calibrado para fomentar la recuperación económica y asegurar la estabilidad macroeconómica, agregaron.
El gobierno argentino conversa con el FMI luego de reestructurar unos 100 000 millones dólares en deuda, tanto local como bajo legislación extranjera, algo considerado clave por analistas para su recuperación económica.
El diálogo entre el FMI y Argentina se reaunudó el 26 de agosto a pedido de Fernández, quien al asumir en diciembre pasado renunció al envío de 13 000 millones de dólares restantes del préstamo con el FMI suscrito hace dos años por su antecesor Mauricio Macri.
Argentina reanudó la relación con el FMI en 2018 luego de haberla congelado en 2006 tras pagar su deuda con el prestamista internacional.
Ante la Asamblea General de la ONU el mes pasado, Fernández indicó que las negociaciones con el FMI se abordarán “siendo respetuosos de los compromisos contraídos, evitando al mismo tiempo poner en riesgo las condiciones que permitan la reactivación económica”.
Fuente: AFP