Miles de personas participaron este sábado en una caravana anticomunista organizada por exiliados cubanos en Miami, uno de los grupos electorales más sólidos de Donald Trump.
La caravana pasó por el monumento de los mártires de Playa Girón en la Pequeña Habana, entre fábricas de habanos, restaurantes de pescado frito y viviendas con gallinas picoteando en sus jardines.
“Yo no creo en el comunismo y respeto a la Policía”, dijo a la AFP la cubana Marta Martínez, emocionada por la visita del presidente prevista para este lunes.
Impermeable a las críticas que llueven sobre Trump por participar en actos en campaña cuando aún podría ser contagioso de covid-19, Martínez, de 42 años, desestimó la gravedad de la situación diciendo que “todo el mundo se enferma de una cosa o de otra”.
El presidente, quien volvió a la Casa Blanca el lunes pasado luego de pasar el fin de semana internado en un hospital por coronavirus, anunció que celebrará un mitin en Sanford, Florida, este lunes.
Tras su contagio, las encuestas comenzaron a mostrar una ventaja de cerca de 5 puntos del candidato demócrata Joe Biden en Florida, un estado crucial en las elecciones porque aporta 29 de los 270 votos electorales necesarios para ganar la presidencia.
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Además, un estudio del Pew Research Center halló que a escala nacional los votantes creen que el ex vicepresidente está mejor capacitado que Trump para lidiar con la pandemia, 57% sobre 40%.
No obstante, el presidente tiene en Miami uno de sus bastiones más sólidos. Una encuesta reciente de la Universidad Internacional de Florida (FIU) arrojó que 6 de cada 10 cubanoamericanos de Miami votarán por Trump.
Otro sondeo similar mostró que 7 de cada 10 venezolanos de Florida favorecen al presidente.
En ambos casos, el motor que sostiene el apoyo a Trump es el sentimiento anticomunista que define a los cubanos y venezolanos que abandonaron sus países gobernados por la izquierda, algo que la campaña por la reelección del presidente ha sabido utilizar a su favor.
“¡No queremos comunismo! ¡No queremos comunismo!”, gritó Guillermina Flores, una octogenaria que participaba en la caravana junto a otras tres mujeres y un conductor de un centro de ancianos.
La mayoría de los vehículos estaban adornados con las banderas de Estados Unidos y de Cuba, en menor medida con los pabellones de Venezuela, Colombia o Ecuador, y muchos llevaban una foto trucada del afiche de la película “Rambo”, pero con el rostro de Trump en un cuerpo musculoso y sosteniendo un fusil de asalto.
Consultada por la AFP, la Policía de Miami no respondió inmediatamente cuántos vehículos participaron en la caravana.
Cerca de un millón de cubanos y cubanoamericanos, 36,3% de 2,8 millones, viven en el condado de Miami-Dade, al que pertenecen ciudades como Miami, la Pequeña Habana, el bastión venezolano del Doral y Hialeah, un barrio predominantemente cubano.
AFP.