Dos de dos para el Barcelona en la Liga española. El conjunto de Ronald Koeman vuelve de Vigo con una de esas victorias con un valor especial. Para que la cita en Galicia se presentaba llena de obstáculos. Llovía como sólo puede llover en el Atlántico, soplaba un viento incómodo y una estadística corría por la cabeza de todos: Balaídos era el estadio que más tiempo se le resistía al Barça (desde abril de 2015). Si esto no fuera suficiente, un nuevo contratiempo ha añadido a la lista cuando Lenglet ha visto la roja antes del descanso.
A pesar de todo ello, el Barça ha completado un partido serio, con oficio, y letal en el área rival. Ansu Fati en el primer tiempo, un autogol en propia de Olaz tras una gran jugada de Messi al inicio de la reanudación y la sentencia final de Sergi Roberto aseguraron tres puntos de oro para un Barça que ilusiona.
El once presentado por Ronald Koeman en Balaídos era el mismo que el que le hizo cuatro goles al Villarreal en el primer tiempo en el estreno liguero (4-0). La apuesta continuista del técnico holandés ha dado sus frutos también en Balaídos. Ansu Fati se ha inventado un gol de bandera en la primera llegada peligrosa del Barça. Recorte seco a Aidoo y definición con el exterior del pie derecho, al palo corto del portero Iván Villar. Al estilo Romario. Golazo.
Sin generar una avalancha de ocasiones, se sentía cómodo el Barça. No era tarea fácil, en un estadio históricamente complicado y con una meteorología poco habitual para los culés. Llovía sin parar cuando Messi ha estado a punto de sumar un gol más a su repertorio: lo ha probado desde el córner y casi canta un gol olímpico de traca.
Parecía que los aires gallegos soplaban a favor del Barça hasta que Clement Lenglet ha visto su segunda amarilla justo antes del descanso. La expulsión, que minutos antes habría sufrido también Gerard Piqué de no ser por un fuera de juego, ha provocado un rápido cambio en el equipo: entraba Araujo por Griezmann.
Tocaba afrontar todo el segundo tiempo con un hombre menos. Un nuevo contratiempo para el Barça, obligado a picar mucha piedra en Vigo. Era la hora de demostrar compromiso, vigor y oficio y es exactamente eso lo que han hecho los azulgrana -que hoy vestían de negro- en un segundo tiempo de muchos quilates.
En lugar de asegurar el resultado, el Barça rápidamente ha ido a por el segundo. Messi ha hecho de las suyas dentro del área local y ha provocado el gol en propia de Olaza. Minutos más tarde, Coutinho ha estrellado un balón al palo y el rechace ha acabado con un tanto del ’10’ que ha sido anulado por un ajustado fuera de juego.
No ha bajado los brazos un Celta con orgullo, que lo ha intentado hasta el final. Miguel Baeza ha estrellado un balón en el larguero que habría sido gol de no ser por Sergi Roberto, providencial en defensa. Ya en el descuento el mismo Sergi Roberto sería protagonista también en la otra área, definiendo a bocajarro para poner el 0-3 definitivo. La tormenta perfecta en Balaídos.