El dirigente político Henrique Capriles Radonski afirmó que no participará en las elecciones parlamentarias pautadas por el régimen para el próximo 6 de diciembre. A esta decisión se suma el diputado a la Asamblea Nacional, Stalin González.
El anuncio contraria su decisión del pasado 2 de septiembre en donde admitió públicamente su intención de querer participar en dichos comicios, alegando que de no hacerlo, se podría sufrir problemas y efectos colaterales como los ocurridos en el año 2005.
En la alocución, transmitida como es costumbre a través de sus redes sociales, expresó con solemnidad que las condiciones no estaban dadas para efectuar el proceso de elección.
En este orden, hizo referencia a las declaraciones de la Unión Europea, en las que se señala hay una falta de recursos y ”condiciones” para celebrar las elecciones, y acordaron no enviar una misión de observación electoral por no tener garantías de veracidad, trasparencia e imparcialidad de las votaciones.
“No hay condiciones como dijo la propia Unión Europea y pedimos que sean postergadas las elecciones, de no ser así no hay manera, no le sirve la elección al país’’, dijo.
Buscar las condiciones
Capriles hizo hincapié en la importancia de exigir que las circunstancias sean dadas y luchar por ellas antes de optar por no participar y hacer valer el derecho ciudadano, es decir, recurrir a la abstención que, según el dirigente, tanto le ha costado a la nación en el pasado.
Expresó que la no participación sea transformada en exigencia, logrando así lo que sería una suerte de mecanismo de presión o ”fórmula” para que de esa manera se aplaze la celebración de los comicios hasta que estén dados los escenarios, circunstancias y condiciones para ser realizadas.
Stalin González, dirigente opositor cercano a Capriles, quien también participó en los contactos con Europa y con el Palacio de Miraflores, comentó en su cuenta de Twitter que “el 6-D sin observación internacional creíble se hace imposible”.
“Si en un futuro hubiese alguna señal de garantizar las condiciones electorales necesarias, consideraría nuestra disposición a participar y luchar por que el voto soberano se respete”, manifestó.
Esta decisión se presentó, en cualquier caso, como un mecanismo de presión en el contexto de una larga lucha para mejorar las graves condiciones sociales y económicas del país, que además podría presentar nuevas oportunidades con la elección de gobernadores en los próximos meses.