A pocas horas para que expirara el plazo de postulaciones electorales, la Fuerza del Cambio presentó su lista de aspirantes a legisladores.
El partido fundado por Henrique Capriles inscribió 277 candidatos a las elecciones parlamentarias convocadas para el 6 de diciembre por el régimen de Nicolás Maduro.
Esto luego de que la semana pasada el exgobernador del estado Miranda y excandidato presidencial contra Hugo Chávez y Nicolás Maduro, llamó a los venezolanos y a los partidos políticos de oposición a participar en el evento comicial.
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La postulación de la Fuerza del Cambio se realizó a última hora el pasado viernes, cuando estaba por expirar el plazo de inscripciones, que había sido prorrogado dos veces.
Sin embargo, aún no se conocen los nombres de los candidatos respaldados por Capriles. Se espera que se den a conocer en el transcurso de la semana.
Partidos
La postura adoptada por Capriles en torno a las elecciones legislativas ha causado fuertes desencuentros entre la oposición.
Los 27 partidos que respaldan el Pacto Unitario planteado por el presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, critican la concurrencia de dirigentes a los comicios y han amenazado con expulsiones.
Es el caso de Primero Justicia, el viernes el Tribunal Supremo de Justicia dirigido por el chavismo anuló la sentencia que creaba una junta paralela de la tolda.
Inmediatamente, el partido ratificó que no participará en los comicios y que los militantes que aparezcan como candidatos serán excluidos.
Argumentos de Capriles
El domingo 6 de septiembre, Capriles emitió un comunicado dando las razones sobre su decisión. En general, afirmó que está consciente del riesgo que entraña participar en los comicios parlamentarios.
Sin embargo, aseguró que deben tomarse acciones que permitan salir del estado de inercia en el que se encuentra la política venezolana.
A continuación, el comunicado íntegro:
No tenemos problema alguno en rectificar y asumir las nuevas dimensiones de la lucha porque hoy los riesgos de seguir en esta inercia se van a traducir en que nuestra gente se siga muriendo de hambre.
Quedarnos de brazos cruzados solo será conveniente para quienes hoy usurpan el poder.
Nos negamos a la pretensión de los usurpadores de Miraflores de construir una oposición a su conveniencia, esa es otra de las razones por las que hemos decidido dar un paso al frente, cuando al parecer nadie más está dispuesto a asumir el riesgo que implica replantearle el tablero al régimen y ponerlos a confrontar lo que creemos puede ser una derrota política para ellos.
Una derrota que no visualizamos en torno a cuántos curules obtenga la oposición, sino una derrota que ponga freno a la intención totalitaria del régimen. Hay que impedir que se cierren todas las puertas, que terminen con las posibilidades de buscar un nuevo escenario político para ese cambio que todos queremos.
Esta es la posición que hemos decidido tomar. Y lo hacemos con pleno entendimiento de sus consecuencias y del peso político de que algo así implica. Eso sí: la invitación a cada una de las fuerzas democráticas del país sigue abierta, para abrir caminos de lucha donde hoy no existe ninguno.
Y también somos conscientes del peso político que tendrá esta acción y esta decisión si conseguimos llevar al régimen a un territorio que hasta ahora esperaban atravesar son conseguir un contrapeso que les dificultara la ejecución de sus de sus planes.
Estamos convencidos de que a la política hay que abrirle espacios, que el régimen no cuenta con la mayoría del pueblo venezolano y que eso tiene que manifestarse. No podemos dejarle a la gente, especialmente a los más pobres, una decisión entre Maduro o farsantes vestidos de opositores. En esa convicción de darle una opción de lucha a los venezolanos se fundamenta esta acción.
Lograr las condiciones ideales es nuestro objetivo, pero sabemos que no es una tarea fácil. No lo fue en ninguna oposición histórica. Ni en Chile, ni en España, ni en Argentina, ni en Polonia, ni en Checoslovaquia, ni en Sudáfrica, ni en ninguno de los referentes históricos de las transiciones a la democracia. No íbamos a ser la excepción y creerlo con candidez.
Hoy nos toca luchar por unas condiciones mínimas, porque sabemos que la condición electoral está en toda salida democrática que busquemos. Y para conseguirlo tenemos que ser protagonistas del cambio, no espectadores del hundimiento del país, mientras aguardamos a que ‘algo’ pase.
Así como sabemos muy bien a lo que nos enfrentamos con este paso que estamos dando, también tenemos claro que no seremos solo unos espectadores frente a los abusos, la incapacidad y las tropelías.
Hemos dicho que estamos obligados a abrir caminos que permitan salvar a nuestra Venezuela de esta tragedia.
Y ese proceso tendrá lugar aquí, del lado de la gente y trabajando en la dirección de lo que creemos posible y viable.
Por eso también estamos seguros que en el andar encontraremos a las grandes mayorías que quieren recuperar la democracia y la li8bertad para nuestra Venezuela.
Construyamos junto al pueblo la ruta política, estratégica y táctica clara que permita conseguir las metas que nos hemos propuesto. Y vamos a comunicarla como corresponda, de acuerdo con las etapas que esperamos ir concretando en el avance de esta construcción de la opción que les proponemos.
¡Qué Dios bendiga hoy y siempre a nuestra Venezuela!