Diversos acontecimientos de carácter político ocurridos en las últimas dos o tres semanas han generado un vuelco en torno a las elecciones parlamentarias venezolanas que están pautadas para el 6 de diciembre.

Fuera de la cúpula del régimen y sus aliados, hasta el mes pasado parecía haber un consenso generalizado de no participación en esos comicios, los cuales podría decirse que estaban siendo tratados con aparente indiferencia  por carecer de legitimidad, debido a que la designación de los rectores del CNE transgredió el procedimiento regular.

Esto en razón de que fue el Tribunal Supremo de Justicia quien designó a los rectores del Poder Electoral, luego de dictaminar que el Parlamento había incurrido en omisión al no presentar los postulados para las rectorías.

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Además de considerar una ilegitimidad de origen en el mismo TSJ al cual la oposición no reconoce por su designación exprés, una vez que había sido recién electa la Asamblea Nacional de mayoría opositora en 2015.

Sin embargo, aún con el entendido de la ilegitimidad del proceso convocado por el CNE, algunas posturas expresadas por instituciones como la Conferencia Episcopal Venezolana, unidas a  movimientos del régimen madurista, el asunto electoral se ha vuelto ineludible para los factores democráticos.

Juntas paralelas  en los partidos políticos

Al conflicto de legitimidad se agregan otras circunstancias como la designación de juntas directivas paralelas a los principales partidos políticos de oposición como Acción Democrática, Primero Justicia y Voluntad Popular.

Sin embargo, estas no son las únicas toldas que tienen arrebatados sus símbolos y tarjetas, pues, en procesos previos fueron arrebatados otros partidos de distintas tendencias como Copei, Podemos, entre otros.

Además, ocurrió un giro inesperado cuando el TSJ ordenó  una junta paralela para el partido Tupamaro, de tradición chavista.

Conferencia Episcopal Venezolana

Uno de los primeros eventos que generó debate nacional fue el comunicado emitido  por la Conferencia Episcopal Venezolana, en el cual se señaló que la abstención como único mecanismo, sin articulación, no sería suficiente para retomar la senda democrática en Venezuela.

Pero, un extracto del documento generó polémica, debido a que hubo quienes afirmaron que la CEV estaba invitando a participar en el fraude electoral convocado por Maduro, mientras otros defendían que la Iglesia no estaba invitando a hacerle el juego a la dictadura sino a despertar del letargo.

Prórroga del lapso de postulaciones

De acuerdo con el cronograma electoral original, el lapso de postulaciones debía expirar el 20 de agosto. Sin embargo, pocos días antes de la fecha, Indira Alfonzo, designada como presidente del órgano electoral, informó que se extendió el plazo por siete días.

Aunque Alfonzo argumentó que distintas organizaciones políticas solicitaron esa medida, inmediatamente dirigentes políticos y activistas denunciaron que esa decisión hacía prever que  se procedería con nuevos secuestros de partidos políticos y que esa prórroga solo se concedía para concretar postulaciones con las tarjetas de organizaciones de  oposición que no estaban dispuestas a participar.

En efecto, el siguiente paso del TSJ fue el secuestro de un partido, pero se trató de Tupamaro.

Segunda prórroga del plazo de inscripciones

A pocas horas del 27 de agosto, cuando expiraba la primera extensión, Indira Alfonzo anunció una nueva prórroga, que estará vigente hasta el 4 de septiembre, lo que  nuevamente hizo sospechar de algún ardid para incluir candidaturas inesperadas.

Negociación e indulto

Mientras la nueva prórroga procedía comenzaron a surgir los rumores de una posible negociación entre factores opositores y el régimen. Surgió, concretamente, el nombre de Henrique Capriles.

Posteriormente, el lunes 31 de agosto se conoció que Nicolás Maduro firmó un “decreto de indulto” en beneficio de 110 perseguidos y presos políticos, de los cuales gran parte son diputados que se encuentran exiliados.

En la transmisión televisada en la que Jorge Rodríguez informó del decreto, indicó que los “indultados”, están en su derecho presentarse como candidatos a las elecciones parlamentarias.

Varios de ellos han expresado que no se prestarán para legitimar con su participación los comicios carentes de legitimidad.

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Además, el martes Nicolás Maduro informó que ocho de sus ministros serán retirados de los cargos debido a que se postularan como candidatos a diputados.

Canciller de Turquía

El tema de la negociación se reforzó esta semana luego de que el gobierno de Turquía, aliado de Maduro, reveló la noche del martes que en su visita a Venezuela, ocurrida la  semana anterior, el canciller turco se reunió con líderes de oposición como Capriles y el diputado Stalin González.  

Más tarde, Capriles desestimó que se haya producido una negociación con el canciller turco, pero reconoció que hubo conversaciones.

“Conversar y negociar no es lo mismo, salvo que se quiera manipular y mentir. No hay negociación entre Turquía y la oposición en Venezuela. Lo que sí corresponde es hablar con todo el que nos acerque a una solución creíble. Con chinos, con rusos, con europeos, hablaremos con todo el que sea necesario para sacar a los venezolanos de esta crisis”, señaló.

Unión Europea

El “indulto” es, al menos hasta ahora, el acontecimiento político que más ha generado debate. Tras el anuncio, la Unión Europea expresó su beneplácito por la medida, como también lo han hecho distintos países de ese continente en su individualidad.

Ello ha hecho pensar de una posible participación de la Unión Europea en  para buscar una salida negociada.

Solicitud de levantamiento de sanciones en la UE

Esto a la par de que el martes el periódico Voz Populi informó que el Tribunal de Justicia europeo tendrá una vista esta semana, en la que se evaluará una solicitud introducida por Delcy Rodríguez para que se anulen las sanciones contra el régimen.

María Corina Machado y Juan Guaidó

También esta semana fue noticia la reunión entre el presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, y la dirigente María Corina Machado.

Machado informó que se negó a formar parte del [Pacto Unitario propuesto por el mandatario e insistió en que la crisis solo se solucionará con acciones drásticas, como una intervención armada.

James Story y Elliot Abrams

Posteriormente, James Story, encargado de negocios de Estados Unidos para Venezuela y candidato a embajador, reiteró que la Casa Blanca apoya a Guaidó y que, por lo tanto, las acciones propuestas o dirigidas por otros políticos, no aliados de la presidencia interina, no tienen el respaldo del gobierno de Do0nald Trump. Por su parte, Elliot Abrams calificó los planteamientos de Machado como “surrealistas”, descartando así la premisa de la intervención militar.