La secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, informó que la pandemia de coronavirus intensificó los problemas estructurales y la necesidad por transformar el modelo de desarrollo en la región.
En ese sentido, considera pertinente reforzar y expandir los esquemas de integración productiva regional. Centroamérica y República Dominicana enfrentaron una fuerte caída en comercio, remesas, inversión y turismo, dijo.
“Estamos muy conscientes de la caída de la economía mundial (-5,2 %), 90 % de los países del mundo tienen caídas. Se estima que el comercio tenga una caída de -32 % y quizás lo más importante es que la recuperación va a ser muy lenta e incierta. Nuestra región atravesará la peor crisis en 100 años y se avizora en más de una década perdida. El PIB (Producto Interno Bruto) per cápita de nuestra región va a retroceder de 2020 a 2010 y la pobreza, al 2005. La crisis ha sido más larga e intensa de lo que se esperaba y, por lo tanto, ha requerido de políticas fiscales muy activas y monetarias”, explicó Bárcena.
Latinoamérica igualmente enfrenta una muy baja cobertura de salud y protección social, alta informalidad, pobreza, desigualdad y fragilidad productiva, lo cual ha exacerbado el impacto del covid-19.
En Centroamérica y República Dominicana se va a registrar una caída de la economía equivalente al -6,2% promedio. En el caso de las exportaciones, los países más afectados son El Salvador, Panamá y República Dominicana, debido al impacto en los servicios. En tanto, Costa Rica, Guatemala, Honduras y Nicaragua tienen una variación positiva gracias a sus exportaciones de bienes médicos o agrícolas, agregó.
Señaló que el colapso del turismo para Centroamérica ha sido lo más grave, ya que se calcula que en total ha caído un 50%. Del mismo modo, han caído fuertemente las remesas, aunque en el segundo semestre se han recuperado gracias a los subsidios de Estados Unidos.
También resaltó que para enfrentar la pandemia e impulsar la reactivación se requiere mecanismos sistémicos de cooperación financiera, así como de estructuras tributarias progresivas y eficientes para financiar el desarrollo sostenible en toda América Latina y el Caribe.