Un día después de la explosión en Beirut, autoridades continúan evaluando los daños que generaron las 2750 toneladas de nitrato de amonio que durante seis años estaban almacenadas en el puerto de la capital de Líbano.
Marwan Aboud, gobernador de Beirut, informó que el costo de los daños superan los 3000 millones de dólares. Según reporte de la agencia de noticias AFP, “cerca de la mitad de Beirut está destruida o dañada y hay entre 250.000 a 300.000 personas sin techo”, respondió el mandatario.
Mientras se realizan las investigaciones, el gobierno de Líbano ordenó el arresto domiciliario para un grupo indeterminado de funcionarios del puerto de Beirut.
La acción se realiza cuando crecen las especulaciones de que la negligencia generó la explosión en la que más de 100 personas perdieron la vida y más de 4000 resultaron heridas. Líbano declaró estado de emergencia de dos semanas, dando plenos poderes al Ejército por este periodo.
Tras el accidente, los habitantes de Beirut se enfrentaron a una escena de devastación impresionante. La agencia de noticias AP reseñó que el humo aún se elevaba sobre el puerto, donde el imponente edificio de silos quedó medio destruido, derramando grano.
Los hangares que le rodeaban quedaron derribados y la explosión noqueó un cráter a unos 200 metros de ancho que se llenó de agua de mar.
Con información de AFP/AP
